Ramón Casas, entre la vanguardia parisina y el gusto burgués





Eran años intensos de inventos, ideas, transformaciones y creatividad, que desembocaron en el cataclismo de la Gran Guerra. París celebraba la Exposición Universal y era el centro de todas las vanguardias, Barcelona vivía el auge del modernismo fin de siecle y sus calles cambiaban debido a la nueva afición al ciclismo, los coches y la velocidad. La obra del pintor Ramón Casas recoge todo el espíritu de la época: óleos, carteles, obras en papel, dibujos, y cuadros  que se exponen en  el Caixafórum de Madrid, hasta el 8 de junio, en una de las muestras más completas del pintor, que cultivó la bohemia parisina y la burguesía catalana. (Leer más)



La obra y la vida de Casas está muy unida a Barcelona.Varios de sus cuadros como “  El baile por la tarde” se conservan el  El Círculo del Liceo, un lugar de referencia para la sociedad barcelonesa, que por un lado le acogió triunfalmente y por otro lastró su obra pictórica. Lo cierto es que, pese a haber tejido un discurso impregnado del cosmopolitismo francés, también se refugió en el canon debido a que la la burguesía oligárquica, destinataria del incipiente mercado artístico del momento, consideraba las obras del pintor demasiado atrevidas o inadecuadas para representar el estatus de una floreciente clase social que buscaba obras suntuosas para su casa de Pedralbes o su torre en el paseo marítimo de Barcelona. 




Ramón Casas conoció a la vendedora de flores, Julia Peraire en 1905,  cuando él tenía 39 años y ella 19. Después de un largo periodo de relación se casaron con el consiguiente  escándalo de la sociedad de su época.





Ramón Casas y Pere Romeu en un tándem, 1897. óleo sobre tela, 

Museo Nacional  d'Art de Catalunya (Barcelona)










Casas, en su versión más vanguardista, representa toda la energía y 

velocidad que caracteriza el siglo XX



Garrote vil, 1894,óleo sobre tela



Escenas de circo, 1899, acuarela y tinta sobre papel
Mujer lectora

Retrato de artista

La automovilista, 1904, lápiz sobre papel
"Ámbar y espuma, " 1898, lápiz y tinta china





La construcción de su identidad artística comienza con la forja de un prestigio basado en la autorepresentación y la autoproyección con varios autorretratos. Posteriormente, tras su paso por París, se integra en el movimiento modernista del que es uno de sus máximos exponentes.Utiliza la fotografía, el y cartelismo y comienza a retratar las primeras manifestaciones de la sociedad de masas con una particular poética de la multitud.  También pinta a la mujer que en pocos años ha evolucionado hacia la liberación, en acciones que reflejan los nuevos tiempos, lectura, conducción de automóviles sin olvidar el mito de la femme fatal tan propio de la época, vestida a la moda o simplemente desnuda.





Danaé, 1900, museo des Beaux Arts, Burdeos






Mujer con un libro

Retrato de Pierre Loti, de Picasso, una de las obras de pintores contemporáneos a Ramón Casas que se exhiben en la exposición

El Quatre Gats, famosa taberna de Barcelona, fundada en 1897, donde se reunían los artistas más transgresores del momento



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