VIAJERO LLEGA A ESPAÑA Y NO ENTIENDE NADA

                             

 

UNA MIRADA INGENUA SOBRE LA POLÍTICA Y ECONOMÌA  HOY EN ESPAÑA

 

         Por Santiago Álvarez de Toledo

 

 

      Jamás había estado en España y no sabía prácticamente nada de ella. Viajando allí aprendí de lo ocurrido las últimas décadas. La guerra civil -lo peor   para un pueblo-. La pobreza extrema resultante. Casi veinte por ciento de analfabetismo. Dictadura de cerca de cuarenta años...     Recuperándose de todo ello, una  autotransformación en democracia con una suavidad no esperada, transición modélica que se puso de ejemplo, libertad adquirida y las dos Españas conviviendo. El terrorismo consiguió  erradicarse. Por si fuera poco esta recuperación política, un continuado crecimiento económico desde los 70 hasta los primeros 2000, uno de los mayores del mundo en el momento. Entrada en la U.E. y esa economía en auge va colocando a España cada vez  más  cerca de Italia.

Desde el 2009, cuatro años de problemas económicos y corrupción

    El balance total de ese período histórico era enormemente positivo:   pasar en pocas décadas de un país claramente no desarrollado a hablarse oficiosamente de poder sobrepasar económicamente a Italia y estar Portugal considerando unirse de alguna manera a España..

    Sin embargo la sensación reinante que percibí al llegar al país era  como si sólo se viera lo negativo de la situación actual, como si sólo se viviera la última tormenta de cuatro o cinco años, sin ninguna visión general, desde arriba, de un período suficientemente amplio. Ese mirar a   largo plazo pero hacia atrás, del que tanto se aprende, tan importante  como la planificación hacia delante, pero ambas tan poco españolas.

    Noté desencanto de todo. Desesperanza. Falta de autoestima. Falta  de planes y aún peor, de ganas de hacerlos. Todo el mundo protestaba  de todo. Unos protestaban del gobierno y otros de los que protestaban de él. Pero pocos hacían algo para ayudar a remediar la situación Sólo  los ya casi bajo tierra por los recortes: jóvenes en paro, desahuciados  por hipotecas, etc.;. Los demás, la gran mayoría  protestaban "contemplativamente", de palabra. Decían que no tenían tiempo para la acción, mientras dedicaban largo tiempo a hablar de la situación en comidas, cenas y siguiendo tertulias de  TV en  las que se hablaba del tema. Hablaban y hablaban y oían hablar. Pensé que quizás querían estar primero seguros de qué hacer para luego actuar. Pero pese a que pasaba y pasaba el  tiempo, esa gran mayoría seguía  sin actuar. Tampoco se asociaban para conseguir entre muchos lo que uno o varios no pudieran. Esta inactividad llegaba a que, independientemente de lo mal que lo hiciera cada partido, a casi nadie se le ocurría protestar públicamente contra ello o darse de baja del partido. Parecía como si todo se considerara fatalmente inamovible -¿ genética islámica ?,¿ democracia demasiado joven respecto a los cinco grandes de Europa ?-, como si se pensara que no se podía hacer nada y como que una enfermiza incapacidad para la acción hubiera contagiado prácticamente a toda la  población.

Sí, Yo Puedo 

Y no es que estuvieran de acuerdo con la política económica. La mayoría  pensaba que no era justo que el gobierno dedicara dinero de todos los españoles a salvar a los bancos, mucho más que a otras  industrias o negocios, sobre todo con los comportamientos tenidos por sus dirigentes. La mayoría también pensaba que el presidente del gobierno era débil ante Bruselas, protegía a la banca y permitía la corrupción dentro de su partido y gobierno. Pero pese a ello continuaban apoyándole y sobre todo defendiéndole en las discusiones con otros.

    Para este viajero que visitaba España por primera vez el flash de perfil sociológico que percibía era, a grandes rasgos, de personas, a nivel individual, imaginativos e improvisadores, creativos y artistas. Sin embargo, la otra cara, a nivel social, era de personas con una gran falta de capacidad de consenso y de hacer concesiones mutuas para alcanzar acuerdos. Desde las  comunidades de vecinos a la vida política se ofrecía todo un espectro de ejemplos. En compensación, cuando estos individuos pertenecían a un partido   político, a un   equipo deportivo o incluso a alguna región autónoma del país, la fidelidad podía ser inquebrantable, y continuaría así lo hiciera lo mal que lo hiciera el equipo, el partido o el gobierno de la región correspondiente -"viva el Betis manque pierda"-.

 

EL VIAJERO SE DESPIDE Y AVISA DE CUATRO COSAS

     El Viajero, movido por la experiencia de visitas a otras muchas comunidades, países y zonas del mundo y sobre todo por un espíritu sociopolítico práctico,  redactó unas líneas de ideas pensando en hacerlas llegar de alguna manera a quien fuera menester, ¿ quizás a todos los españoles ?.

 

   ***     Considerar al gobierno como en ingles y español es su nombre actual: una mera "Administración". Cada individuo es el verdadero Copropietario y por ello quien ha de decidir las líneas de acción,, nombrar al administrador, guiarle y destituirle si es necesario. Normalmente ningún propietario responsable deja mal hacer al administrador y espera cinco años para la rendición de cuentas !. Hay que Actuar sobre la marcha, siempre que sea necesario y "Actuar" no sólo "Hablar mal" del Administrador.

  
 ***     Perderle el miedo o la aprensión a la "Acción". No hay nada más ridículo e inconsistente que protestar repetidamente pero negarse a actuar. Hay  múltiples maneras de hacerlo hoy. Desde firmas en internet, redes sociales, creación de asociaciones de intereses, manifestaciones, etc. Sólo pensar en si en vez de una pequeña o mediana manifestación casi todos los fines de semana en las grandes ciudades, se organizara a lo largo de  una serie de  meses una Única Gran Manifestación sobre muy pocos puntos de acuerdo general y con intervención de gran parte de esa mayoría silenciosa...Eso sí que llamaría la atención nacional e internacional, ejercería presión gubernamental y molestaría menos a la ciudadanía.

   ***     No sentirse "unido por la sangre" a un partido. Cada vez está más claro que lo que esperábamos cuando les votamos no siempre coincide con lo  que posteriormente realizaron ellos y a veces no es ni parecido. Para un partido, el saber que no tiene una ciudadanía cautiva es la mayor atadura y para nosotros  la mayor garantía de que cumpla el programa que prometió. No hay que    tener así inconveniente en cambiar el voto, cambiar de partido, si honradamente se piensa que ello contribuirá a un mejor funcionamiento del país.

   ***    No pensar que "Uno No Sabe de Política" y por ello no querer opinar. En las encuestas y entrevistas se percibe que personas sencillas, modestas, a veces amas de casa tienen un gran sentido común que ya hubiéramos querido   tuvieran los gurús de la economía liberal de mercado que nos condujeron a la  crisis de los años 2007 y siguientes. En las reuniones de acuerdos hay que exponer así con sencillez y en lenguaje llano lo que uno cree y quiere. También es esencial estar dispuesto a ceder una parte menor para conseguir la más importante. Todos tenemos derecho a escribir nuestra carta a los reyes magos, pero no todos podemos pretender recibir todos los regalos pedidos.