El amor perdido de Jean Cocteau y Luis Escobar. En la foto, interior de la Villa de "Santo-Sospir en la Costa Azul" con frescos de Cocteau
Él era novelista, cineasta, pintor, pero fue conocido sobre todo como dramaturgo además de por formar parte de los happy few entre los que se encontraban Picasso, el fundador de las ballets rusos Sergei Diaghilev y el actor Jean Marais, el gran amor de Cocteau, que iluminaron el arte de aquellos locos años. Era la época del surrealismo y de todas las vanguardias y los escenarios eran París, Roma o la Costa Azul donde el dramaturgo vivía temporadas en la villa del Santo-Sospir, propiedad de su amiga la actriz Francine Weisweiller, sinonimo de Nicole de Rotschild. Luis Escobar, marques de Las Marismas de Guadalquivir, fue un personaje de la España franquista al que, tras una vida dedicada al teatro, la celebridad le llego pasados los 70 años por su interpretación de la triología berlanguiana iniciada con la película "Escopeta Nacional".
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Un día, casualmente, hojeando el catalogo de una casa de subastas encontré un pequeño dibujo de Cocteau que me llamo la atención aunque era demasiado caro para mis posibilidades. Pasado un tiempo, también por azar, pasé por delante de la puerta del almacén de la misma casa de subastas donde se agrupaban los objetos que no habían alcanzado la cifra de salida, me encontré el dibujo de Cocteau enmarcado con un paspartú que se vendía a la mitad de precio y lo compré. La procedencia de la obrita del autor de "La bella y la bestia", según me dijo el vendedor, era un miembro de la familia del fallecido marques.
Cuando ya en mi casa miré detenidamente el papel con una lupa comprobé que era una carta de felicitación navideña. En el membrete figuraba el nombre de la villa de la Costa Azul donde el dramaturgo pasaba largas temporadas y que había decorado con sus frescos: Santo-Sopir, St Jean Cap Ferrat. Cocteau habia escrito su carta, fechada en 1958, a mano con lápiz y la mayoría de las palabras aparecían tan borrosas por el paso del tiempo que eran ininteligibles. Sólo pude descifrar el principio; Mon Luis... Je t'embrasse pour ce Noel... algunas frases centrales y el final, en el que tras dar recuerdos a Luis Miguel-imagino que Cocteau se refiere a Luis Miguel Dominguín, otro personaje importante de aquella época- el autor de " La voz humana" firma: Ton Jean.
Cuando ya en mi casa miré detenidamente el papel con una lupa comprobé que era una carta de felicitación navideña. En el membrete figuraba el nombre de la villa de la Costa Azul donde el dramaturgo pasaba largas temporadas y que había decorado con sus frescos: Santo-Sopir, St Jean Cap Ferrat. Cocteau habia escrito su carta, fechada en 1958, a mano con lápiz y la mayoría de las palabras aparecían tan borrosas por el paso del tiempo que eran ininteligibles. Sólo pude descifrar el principio; Mon Luis... Je t'embrasse pour ce Noel... algunas frases centrales y el final, en el que tras dar recuerdos a Luis Miguel-imagino que Cocteau se refiere a Luis Miguel Dominguín, otro personaje importante de aquella época- el autor de " La voz humana" firma: Ton Jean.
Ese viejo christmas enmarcado cuidadosamente por Luis Escobar me sugiere la interacción por un breve tiempo, quién sabe si una noche, una semana, un mes... de dos mundos muy distintos el de el célebre creador nacido en un pueblo cercano a París en 1889 y el joven( Luis Escobar era 19 años menor que él ) inquieto, procedente de un país aislado tras una guerra civil, probablemente seducido por el genio y la fama del maestro. Yo imagino un amor fugaz que se transforma en una cierta amistad, suficiente para que Cocteau le recordara en fechas señaladas con un cariñoso posesivo ese Ton Jean con el que concluye su felicitación.
Francisco Umbral, en la entrevista que hace a Luis Escobar en el club La Gran Peña, ya habla de: "...el hombre de los hapy twenties turbulentos, que, recién leído Proust, se fue a París a conocer aquel mundo en vivo, en carne viva, con toda la vivacidad de la carne.
En marqués de Las Marismas del Guadalquivir en una fiesta campestre en los años 80 |
Carta de Cocteau a Luis Escobar en las Navidades de 1958 |
Recuerdo que conocí a Luis Escobar en los últimos años de su vida cuando lo que ahora se llamaría sinergia con el genio de Berlanga le iba a hacer ser recordado como el divertido marqués de Leguineche que ha de adaptarse a los nuevos tiempos. A Cocteu que había muerto en 1963, le hubiera gustado ver las películas de Berlanga protagonizadas por un ya anciano Luis Escobar que murió en 1991 con 82 años mientras dormía.
Luis Escobar tuvo el difícil talento de saber interpretarse a sí mismo, en su faceta social. Las fiestas del marqués de Las marismas del Guadalquivir en su casa de Parque del Conde de Orgaz eran famosas por lo divertidas y eclécticas, en ellas se daban cita todo tipo de personajes de la época, desde el maestro Moraleda que tocaba viejas canciones al piano hasta sus intérpretes Nati Mistral o una anciana Celia Gámez junto a actores, actrices y aristócratas o su hermano el marqués de Valdeiglesias que además de por sus cargos políticos y su cultura era conocido por formar una excelente pareja con su mujer a quien conoció de una manera un tanto atípica en una castiza verbena. El hermano de Luis escobar, a la sazón un codiciado solterón, se acercó a un guapa joven para sacarla a bailar y le preguntó: ¿ Oye y tú dónde trabajas?, a lo que la chica contestó: En casa del señor marqués donde efectivamente la moza y futura marquesa de Valdeiglesias trabajaba de pincha de cocina.
Entrevista de Francisco Umbral con Luis Escobar
HIstoria muy interesante Teresa, es un placer leer en tu palco
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y también por haber recomendado el link en Facebook. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLo mismo digo: muy interesante. Gracias por acercárnosla.
ResponderEliminarA veces cartas perdidas, felicitaciones, documentos aparentemente sin importancia contribuyen a relatar esa pequeña historia que tanto nos dice de los personajes. Muchas gracias por tu comentario, Lola
EliminarComo es a miga dé pan, qué de no ser comida para algún hambriento pajarillo... puede sacarte de un bosque lleno de recuerdos.
ResponderEliminar"Me encanta esta historia de alguien que al salir del bosque, encontró un Marquesado.
Gracias François. Me alegra mucho que te haya gustado este post. Imagino que irás por la Costa Azul y visitarás la casa de Cocteau.
ResponderEliminarInteresantísima historia.
ResponderEliminarMuchas gracias Rubén por tu comentario, me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarConocí a Luis y a su hermano pues mi padre era amigo de la familia. La casa de Conde de Orgaz una maravilla. Mi abuelo escribía en el periódico La Época propiedad de los Escobar. Luis Escobar hizo un excelente trabajo por el teatro en España.
ResponderEliminarLuis Escobar
Acabo de ver tu comentario Juan, tengo el blog un poco abandonado. Mi familia también era amiga de Luis al que siempre llamaron El Panzas, un mote con el que era conocido socialmente, no sé por qué. Creo que su hermano marqués de Valdeiglesias, al que nunca conocí, era también muy culto. Gracias por comentar.
EliminarAcabo de conicer casualmente su blog buscando información sobre Foxá y desde el.principio me han parecido interesantes y evicadores tanto las entradas como los comentarios.Enhorabuena.
ResponderEliminarPor cierto, me gustarí recibir avisos de nuevas entradas. Muchas gracias