LOS ROBOTS Y LA NUEVA ILUSTRACIÓN
¡ QUE PAGUEN LOS ROBOTS, QUE PARA ESO TIENEN LA CULPA !
Hace unos días el nuevo secretario general de UGT en España ha lanzado una idea en apariencia revolucionaria: "Que los robots coticen a la Seguridad Social". El pensamiento puede parecer hasta vengativo. "Si van a ser los robots los culpables del desempleo, ¡ que coticen !". Ver más
Hace unos días el nuevo secretario general de UGT en España ha lanzado una idea en apariencia revolucionaria: "Que los robots coticen a la Seguridad Social". El pensamiento puede parecer hasta vengativo. "Si van a ser los robots los culpables del desempleo, ¡ que coticen !". Ver más
Pero sin, embargo, desde el siglo XIX, podría haberse pensado lo mismo de la máquina de vapor, de toda la ingeniería de las fábricas y en general de todos los avances técnicos que a lo largo de los siglos han ido facilitando la producción de bienes y por tanto disminuyendo la cantidad de horas de trabajo -y por ello el número de trabajadores- necesarios para esa producción. Desde el invento del primer cuchillo (cortar carne era antes un laborioso trabajo manual con piedras que ocupaba mucho tiempo) y sin duda desde de la rueda. Pero la obligación de cotizar o de pagar impuestos es de las personas, de los seres humanos o de las empresas, no de las máquinas ni los robots y no digamos de la rueda. Y la solución al desempleo ha de basarse en ello. Con una base racional, con principios justos, humanos y metodologías realistas que se puedan implementar fácilmente en la estructura tecno-económica de la sociedad futura.
LOS PRINCIPIOS DE LA ILUSTRACIÓN
DIFICULTADES ENCONTRADAS A LO LARGO DE DOS SIGLOS
Pero el camino a veces ha sido difícil. Con la llegada de la revolución industrial, esa "Libertad, Igualdad y Fraternidad" aplicada a la política se vio traicionada y maniatada por la nueva economía del capital, lo que trajo un nuevo escenario de trabajo donde se impusieron muchas veces las dichas condiciones de cuasi-esclavitud. La reacción de Marx/Lenin y la más depurada y posterior de la Socialdemocracia aportó nuevamente generosidad y frenos a las extorsiones del capital. De hecho hoy en las democracias, además de estar reguladas las condiciones de trabajo, los impuestos aplicados proporcionalmente a la riqueza son distribuidos sobre todo entre los menos favorecidos, en ayudas al desempleo, enfermedad, jubilaciones, etc. Pero nuevamente, la tendencia actual a la globalización y la veneración del "libre-mercado" nos está trayendo una bipolaridad con un distanciamiento creciente entre ricos y pobres y brotes muy importantes de desempleo en demasiados países.¿ Y EL FUTURO ROBOTIZADO ?
LA ILUSTRACIÓN EN EL SIGLO XXI
Examinemos algunos posibles principios. Pongámonos en el peor de los casos. Imaginemos una situación futura en la que una serie de grandes empresas robotizadas son capaces de abastecer a un país entero de absolutamente todos los productos y servicios necesarios para su población. Al no existir ningún empleado en dichas empresas (substituídos por los robots) ¿ como sobreviviría toda esa población desempleada, si no puede trabajar en ninguna empresa ni tener ningún sueldo?. Y el problema es semejante para las empresas. ¿ Cuáles serian sus beneficios si nadie podría trabajar en las empresas y por tanto la gran mayoría no tendría medios económicos para comprar sus productos ?. Y si la situación fuera internacional, ni siquiera podrían exportarlos. Las empresas acabarían cerrando.Pero si aplicamos exactamente los mismos principios de la Ilustración, quizás especialmente el de "Fraternidad", pero por propio interés, en la misma línea que se hace hoy y hasta sus últimas consecuencias, podemos encontrar las vías de solución.
Los impuestos se aplicarían igual que hoy: a quienes obtuvieran beneficio -por tanto muy principalmente a las empresas- y lo así tributado se distribuiría, neto/sin impuestos, entre toda la población según sus mayores necesidades, primeramente a los desempleados, enfermos y jubilados, es decir a la gran mayoría de los ciudadanos pues ninguno trabajaría y en decreciente proporción a quienes tuvieran crecientes recursos.
Como los beneficios de las empresas dependerían de los precios de los productos y estos de los impuestos que habría que repartir entre los desempleados, etc. para que con ellos pudieran comprar esos productos, el sistema tendería al equilibrio por el propio interés de los empresarios y del resto de ciudadanía. Un aumento de precios no interesaría a los empresarios pues al obtener mayores beneficios obligaría a un aumento de impuestos para ellos, a repartirse su recaudación entre la ciudadanía desempleada, etc. para que pudieran pagar los nuevos precios más altos. Y un aumento de impuestos a los empresarios no interesaría a la ciudadanía desempleada, etc., pues, pese a la primera alegría de repartirse entre ella una mayor recaudación y disponer todos de más dinero, los empresarios, viendo que la ciudadanía disponía de más dinero subirían los precios lo que les perjudicaría. Es como una balanza de dos platillos -Precios e Impuestos-. Por mucho que se quiera empujar hacia abajo cualquiera de los platos, al soltarlo la balanza tiende a nivelarlos a una altura semejante. El sistema de precios e impuestos se auto-equilibraría.Siempre quedando un cierto beneficio para que las empresas les interesara suficientemente. Todos los desempleados y jubilados obtendrían sus sueldos y pensiones y las empresas obtendrían sus beneficios.
Es posible que aparecieran con el tiempo limitaciones y contraprestaciones obligatorias, como que existiera una regulación sobre un número máximo de hijos o que la ciudadanía desempleada pero subvencionada tuviera que realizar a cambio en el tiempo libre servicios sociales de ayuda a niños, mayores o enfermos.
Ya hoy existe un Proyecto de Informe del Parlamento Europeo sobre la futura Robótica e Inteligencia Artificial, recomendando se estudie su impacto económico positivo en los resultados de las empresas, para la fiscalidad y el cálculo de sus cotizaciones a la Seguridad Social.
Robots que piensan
Informe del Parlamento Europeo
Comentarios
Publicar un comentario