Irónicos dibujos de Efrén Álvarez sobre el mundo del capitalismo y el trabajo. En un época propicia al paro vuelven pasquines como estos, una interesante mezcla de arte y literatura. www.goodgore.com
Hace poco murió en una residencia de Dos Hermanas en la provincia de Sevilla, con la memoria mermada por una de esas enfermedades propias de la vejez, María Luisa Larrañaga, un nombre que dirá poco a la mayoría de la gente. Ningún periódico publicó reseña alguna de quien durante un tiempo estuvo casada con el Conde de Foxá: escritor: falangista, diplomático, poeta, articulista y autor de una novela que debe leer todo aquel que quiera conocer como se vivió la guerra civil española en el bando de los vencedores, "Madrid de corte a checa". Hace poco leí el libro de la mujer de Rafael Alberti, la escritora María Teresa León, "Memorias de la melancolía" que cuenta su vida junto al poeta. ( leer más )
Él era novelista, cineasta, pintor, pero fue conocido sobre todo como dramaturgo además de por formar parte de los happy few entre los que se encontraban Picasso, el fundador de las ballets rusos Sergei Diaghilev y el actor Jean Marais, el gran amor de Cocteau , que iluminaron el arte de aquellos locos años. Era la época del surrealismo y de todas las vanguardias y los escenarios eran París, Roma o la Costa Azul donde el dramaturgo vivía temporadas en la villa del Santo-Sospir, propiedad de su amiga la actriz Francine Weisweiller, sinonimo de Nicole de Rotschild. Luis Escobar, marques de Las Marismas de Guadalquivir, fue un personaje de la España franquista al que, tras una vida dedicada al teatro, la celebridad le llego pasados los 70 años por su interpretación de la triología berlanguiana iniciada con la película "Escopeta Nacional". (Leer mas)
La noticia de la que hoy se hacen eco todos los medios de que Eduardo Torres Dulce abandona, aparentemente por presiones del gobierno, su puesto de Fiscal General del Estado me ha traído a la memoria la única vez que tuve ocasión de ver a este inteligente, cinéfilo y agradable conversador a quien en otra época se hubiera definido como un señor, también hay quien le llamaría, un caballero . Es decir: alguien para quien sus principios son más importantes que sus intereses y cuyo relación con el prójimo se define más por el respeto a quienes poco pueden ofrecerle que por el halago a los poderosos. (Leer más)
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