Cine, crítica: Los primos
Cine: la nueva españolada
La tercera película de Daniel Sánchez Arévalo trata de los problemas amorosos y sexuales de Diego, abandonado por su novia antes de casarse y sus dos primos. La acción transcurre en Comillas, un pueblo que el director filma a modo de recorrido turístico donde las dos chicas, una estupenda Inma Cuesta http//www.inmacuesta.net y la guapa hija de un insoportable alcohólico y cinéfilo personaje, dedicada a una prostitución de verano, sirven de contrapunto a los escarceos sentimentales del trío protagonista.
En este film el ritmo, fundamental en una comedia, falla por lo que el humor grueso de la trama, que en anteriores películas del director funcionaba mejor, se pierde, a veces con gags repetidos hasta la saciedad como el de las referencias a película del borrachuzo, que se pretende sentimental, amigo de Diego. Con una factura en la que se aprecia la procedencia televisiva del director, la película puede gustar a un público educado en ese medio.
El cine de Arévalo trata de representar esa nueva España que ha dejado atrás sus carpetovetónicas frustraciones y se ha integrado en el mercado común. Sin embargo, los burdos brochazos de humor de esta película no tienen nada que ver con el maestro Berlanga ni con el otrora transgresor Almodóvar sino más bien con el de Mariano Ozores: he aquí pues la nueva españolada.
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http//www.pedroalmodovar.es Cine: quién quiere heredar a Pedro Almodóvar |
La tercera película de Daniel Sánchez Arévalo trata de los problemas amorosos y sexuales de Diego, abandonado por su novia antes de casarse y sus dos primos. La acción transcurre en Comillas, un pueblo que el director filma a modo de recorrido turístico donde las dos chicas, una estupenda Inma Cuesta http//www.inmacuesta.net y la guapa hija de un insoportable alcohólico y cinéfilo personaje, dedicada a una prostitución de verano, sirven de contrapunto a los escarceos sentimentales del trío protagonista.
En este film el ritmo, fundamental en una comedia, falla por lo que el humor grueso de la trama, que en anteriores películas del director funcionaba mejor, se pierde, a veces con gags repetidos hasta la saciedad como el de las referencias a película del borrachuzo, que se pretende sentimental, amigo de Diego. Con una factura en la que se aprecia la procedencia televisiva del director, la película puede gustar a un público educado en ese medio.
El cine de Arévalo trata de representar esa nueva España que ha dejado atrás sus carpetovetónicas frustraciones y se ha integrado en el mercado común. Sin embargo, los burdos brochazos de humor de esta película no tienen nada que ver con el maestro Berlanga ni con el otrora transgresor Almodóvar sino más bien con el de Mariano Ozores: he aquí pues la nueva españolada.
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Sé que tienes razón, pero yo no puedo evitar que haga que me muera de la risa.
ResponderEliminarSé que no es tan inteligente su humor como en otras de sus pelis, pero a mí logra hacerme reír. Y siempre logra una identificación, de la que carece la mayoría del cine español. No es una opinión, es una vivencia.
MATO