La España romántica. Larra y Azorín

En 1902 Azorín publica la novela "La voluntad" que rompe con la narrativa realista, en un de sus capítulos se refiere a Larra.
"Y este grupo de jóvenes entusiastas decidió celebrar el aniversario de Larra. Era el día 13 de febrero.
"Larra para mí-decía por la mañana Olaiz en su despacho-,representa la generación romántica de 1830...es algo como un símbolo de toda una época.. Yo veo en toda esa gente cierto lirismo, cierto ímpetu hacia un ideal...que ahora no tenemos. Y por eso nosotros,cuatro,seis,o los que seamos, al ir a celebrar la memoria de Larra damos un espectáculo extraño , discordante del medio en que vivimos...
Sí-observa Azorín-Larra es acaso el hombre más extraordinario de su siglo, y desde luego el que mejor encarna este espíritu castellano, errabundo, tormentoso, desasosegado, trágico...Fueron en él acordes la vida, la obra y la muerte... Espronceda, que es con quien él comparte esta encarnación de su tiempo, en los últimos años de su vida dejó de ser poeta y romántico. Era diputado, pronunciaba discurso sobre las tarifas arancelarias de los algodones. ¡Él que escribió el canto a Teresa...!
-Larra-replica Olaiz-no llegó a ser diputado. Espronceda era rico.
-Larra vivió de su pluma. Y si viajó por el extranjero(Portugal, Inglaterra,Bélgica,Francia) fue porque le pagaba sus viajes su íntimo amigo el conde de Campo-Alange...En los últimos años, en 1835, ya logró asegurarse una renta holgada. Le daban diez mil pesetas a cambio de doce artículos todos los meses.
Larga pausa. Olaiz pasea silenciosamente. Azorín mira una fotografía del entierro del conde de Orgaz en el que la ringla de píos hidalgos, escuálidos, espiritualizados, extienden sus manos suplicantes y alzan extáticos sus ojos.
Azorín prosigue:
En Febrero, el mes en el que se suicidó, Larra ya no escribía. Pasaba los días solo, retraído en algún café silencioso, vagando por algún apartado paseo... El día 13 por la mañana recobra su animación y va a ver a Mesonero Romanos con quien charla de proyectos literarios...Por la tarde pasea por Recoletos con el marqués de Molíns; al despedirse, le dice: "Usted me conoce; voy a ver si alguien me quiere todavía..." Tenía cita aquella tarde con su querida; fue la última.
Es un hombre raro -observa Olaiz.
Y tras un breve silencio, profundo, denso, doloroso casi, en que parece que el espíritu de Fígaro flota en el aire, Azorín exclama:
-¡Sí, es un hombre raro...y legendario!
A la tarde todos han ido al cementerio de San Nicolás.....


...

Enfrente un pórtico agrietado, con los cristales de sus ventanas rotos; y una inscripción sobre la puerta:

Templo de la verdad en el que miras
no desoigas la voz con que te advierte
que todo es ilusión menos la muerte
......
Cae la tarde. Las postreras claridades del crepúsculo palidecen en los cristales de los nichos; suenan los silbidos lejanos de las locomotoras.Y Azorín, de vuelta a Madrid, se siente estremecido por ese hombre que juzgó inútil la vida..
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