Cierra la pastelería Niza de Madrid

Cierra la pastelería Niza de Madrid

El paseo de Gallardón


La memoria traicionada

Cierra la tradicional pastelería Niza en Madrid 


Mientras los periódicos dan cuenta de los excesos e irregularidades de las autoridades autonómicas y locales y ante la indiferencia de los  ayuntamiento,  cada día, cierra algún modesto testigo de otros tiempos: un pequeño comercio que no había cambiado su decoración en los últimos cien años, un viejo café, una fachada galdosiana a los que las dificultades economicas y la total indiferencia municipal condenan a muerte. ¡Al fin y al cabo! qué réditos van a aportar a nuestros alcaldes y concejales el mantenimiento  de esos tradicionales establecimientos que forman parte de la cultura y la historia de la ciudad. ¡Qué por algo no estamos aquí en París, Roma  o  Londres!, ¡oiga! qué en Madrid, la capital de España, no hay nadie que se preocupe de esas cosas salvo algún excéntrico suelto y mucho menos los políticos que bastente tienen con trabajar para  que les sigan votando y ¡vamos! quien va a merecer algún titular de periódico por conservar una tiendecilla mugrienta.
Una muestra de lo dicho es el cierre de la pastelería Niza con sus techos decimonónicos, su bello mostrador y antiguas estanterías con los pasteles recién hechos. Como una parábola de lo que acabo de escribir, mientras hacía la foto de lo que quedaba del antiguo comercio, me crucé con el ya ex alcalde de Madrid paseando por la zona con su perro, (algo por otra parte bastante lógico  teniendo en cuenta que vive en las proximidades de la calle Argensola donde se encuentra la difunta tiendecilla). Me hubiera gustado fotografiarlos a los dos al mismo tiempo pero, la verdad, es que no me atreví.
http://elmundovino.elmundo.es
http://caminandopormadrid.blogspot.com

Comentarios

  1. Juan Carlos Palomares17 de febrero de 2024, 22:37

    Es una pena era algo espectacular el género que tenían, pero lo que más recuerdo eran esa mini agujas de ternera, tenías que comer dos y no por el tamaño sino por lo deliciosas que eran

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