Fernando Pessoa o la poesía del viaje

Es curioso fijarse en las preguntas mediante las cuales los buscadores remiten a los contenidos que se publican en internet ya que nos da la pauta de los asuntos por los que se interesa el internauta medio.  En una de las entradas de este blog en la que  hablaba de la poesía de Kavafis  introduje en el texto una fotografía de Angela Merkel en traje de baño. La foto venía a cuento porque era el momento en que la señora Merkel visitaba Grecia, la patria del gran poeta helenista. Bien, pues toda la gente que ha leído la entrada  o simplemente la ha cliqueado antes de pasar a otro espacio virtual más estimulante, no lo hecho buscando la poesía de Kavafis sino para recrearse en la visión de "Angela Merkel" en biquini, título de las Key words que  los buscadores remitieron a mi modesto blog.
Por otro lado tampoco me extraña, al fin y al cabo la carnal señora es alguien  mucho más imbricada en la actualidad política y económica que el neurótico, esteta y homosexual artista y puedo entender que la visión de su, a pesar de su edad, turgente y rebosante anatomía de más morbo que la triste melodía que acompaña la poesía del premio Nobel. Pero no por ello me he desanimado y aquí muestro, sin reclamo ni acompañamiento  unos versos de Fernando Pessoa sobre "la partida" que me han recordado la reciente tragedia de Lampedusa.
 
 
 
¡Partir!
Nunca volveré,
nunca volveré porque nunca se vuelve.
El lugar a que se vuelve es siempre otro,
la estación a que se vuelve es siempre otra.
Ya no es la misma gente ni la misma luz ni la misma filosofía.
¡Partir! ¡¡Dios mío!, ¡partir!, Tengo miedo de partir!...
#

Cuando sea la gran partida,
cuando embarquemos de una vez hacia fuera de los seres y de los sentimientos
y en el paquebote La Muerte (¿qué etiqueta llevarán nuestras maletas#...
qué nombre compungidamente extranjero, de lugar, es el del puerto de destino?)
Cuando, emigrantes para siempre, hagamos el viaje irreparable, y abandonemos este hueco y pavoroso mundo tan # para los nervios,
esas sensaciones de las cosas tan conectadas y misteriosas,
esos sentimientos tan humanos, tan naturales e inexplicables,
esas torturas, esos anhelos hacia fuera de aquí(y de ahora),
esas nostalgias súbitas y sin objeto,
este subir con nuestro femenino a la mirada que se vela y que es materna para las primeras cosas,
hacia los soldados de plomo y los trenes de cuerda y las hebillas de zapatos de nuestra infancia;
cuando, de una vez, para siempre, irremediablemente,
#



Ah, cuando nos hacemos a la mar,
cuando nos retiramos de la tierra, cuando la vamos perdiendo de vista,
cuando todo se va llenando del viento puramente marítimo,
cuando la costa se vuelve una línea sombría,
una línea cada vez más tenue al anochecer (flotan luces)...
ah, entonces qué alegría de libertad para quien se siente.
Deja de haber razón para existir socialmente.
ya no hay razones para amar, odiar, descreer,
no hay leyes, no hay pesares que tengan sabor humano...
solo hay la Partida Abstracta, el movimiento de
 las aguas,
el movimiento del alejamiento, el sonido
de las ondas marulleando a proa,
y una gran paz, intranquila entrando nerviosa en el espíritu.
Ah tener toda mi vida
fija inestablemente en un momento de estos,
tener todo el sentido de mi duración sobre la tierra
vuelta una lejanía de una costa donde dejé todo:
amores, irritaciones, tristezas, complicidades, deberes,
la angustia inquieta de los remordimientos,
la fatiga de la inutilidad de todo,
la saciedad hasta de las cosas imaginadas,
la náusea, las luces,
los párpados pesados sobre mi vida perdida...

¡Iré tan lejos, tan lejos! Tan lejos, oh barco sin rumbo,
hacia la responsabilidad pre-histórica de las aguas eternas,
tan lejos para siempre tan lejos, oh muerte.
Cuando sepa dónde tan lejos y por qué tan lejos, oh vida...
http://www.hiperion.com/index.php/libreria/poesia-hiperion
http://zumo-de-poesia.blogspot.com.es/2011/06/vispera-de-viaje-por-fernando-pessoa.HTML
http://km7.es/mochila/moleskm7/citas/perder-paises-con-fernando-pessoa.HTML
http://www.revistadeletras.net/extranas-formas-de-vida-vila-matas-pessoa-y-will-oldham/

Comentarios

  1. Sin duda, es lo que pasa con los buenos poetas que su voz siempre está ahí¡Quién se lo iba a decir cuando garabateaba folios en los cafés de Lisboa!

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  2. Me alegra saberlo, Lyn. Un fuerte abrazo

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