LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES. (Por Santiago Álvarez de Toledo)

En la luz mortecina de la tarde de otoño del 30 de Octubre, en una estación de

 cercanías me la encuentro.

Está caracterizada con pinta de muerta, necesariamente con tintes negros. 

Sin embargo guapa, nada que ver con los cadáveres saliendo de sus tumbas.

Sostiene  un cartel que dice:“TA TÓ PAGAO”.

Al preguntarla se queda algunos segundos dudando y finalmente viendo que la miro llanamente a los ojos me cuenta que lo han acordado una serie de amigos y compañeros de trabajo.

Mientras habla me doy cuenta de que el cartel rectangular es de color negro, tiene además el “logo” del oso de Caja Madrid, una representación de un “chip”de tarjeta y la palabra VISA en la esquina inferior derecha.
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El grupo de amigos y trabajo del que me habla, asqueados del tsunami de escándalos políticos, quieren   manifestar públicamente su repulsión por esa pandemia de  personajes corruptos. Igual o más aún por quienes les eligieron y no les vigilaron o aún peor lo consintieron. Y su indignación especialmente por el hecho de que la mayor parte de ellos no hayan dimitido y sigan en sus puestos. 

Me parece admirable que gente joven aproveche una noche de fiesta del 1 de Noviembre, no meramente para divertirse entre ellos y ligar un fin de semana puente, sino para dar constancia de su irritación ante la injusticia, el robo de los erarios públicos y la mentira ante la ciudadanía.

Y me parece especialmente simbólico que elijan esa noche de Halloween para señalar con el dedo a esos Muertos políticos, cuya honestidad huele como todo lo corrompido a podredumbre y que sin embargo siguen por ahora Vivos en sus puestos. Estos jóvenes han querido simbolizar el paso de la antigua fiesta de" todos los Santos" a la de "todos los Corruptos".  

Mariano Rajoy y Ángel Acebes